7 de enero de 2021

Invokers Tournament

Título: Invokers Tournament

Año de lanzamiento: 2014

Desarrolladora: StormBasic SL

Género: MOBA RPG

Plataformas: PS3, PS4 y PSVITA



¡Muy buenas gente! ¿Qué tal estáis? Bienvenidos a mi blog una vez más, en esta ocasión os traigo un título que, aunque lamentablemente ya no podamos disfrutar, sigue siendo uno de mis favoritos en cuanto al género MOBA se refiere. El videojuego une el mundo de los MOBA con las mecánicas RPG, creando una experiencia buenísima y que bastantes jugadores supimos aprovechar y disfrutar antes de su cierre definitivo en 2019. Hoy os traigo este título para recordarlo con cariño y nostalgia, para darlo a conocer a todas esas personas que no pudieron disfrutarlo y para que los jugadores que lo abandonaron sepan y recuerden lo que perdieron por ignorantes y encasillados… Hoy el blog se viste de luto para revivir, durante un pequeño instante aunque sea, al increíble Invokers Tournament.

Invokers Tournament fue un videojuego puramente online y enfocado al juego y trabajo en equipo. No contaba con un modo historia como tal, sino que se componía de dos modos distintos de juego. El primero de ellos, y el más cortito en cuanto a duración, era el modo de El Santuario. Aquí dos equipos se enfrentaban por ver quién era capaz de alcanzar 100 puntos tomando 3 bases que había en el mapa. Los equipos estaban formados por un total de tres invocadores, cada uno de ellos con sus invocaciones y equipo personal y propio, que tenían que intentar tomar las bases estando encima de ellas y matando a los demás jugadores para evitar que se las quitasen. Un modo muy frenético en cuanto a acción se refiere.
El otro modo, y el más largo e interesante, era la Jungla de Orth. Aquí, al igual que en el otro modo, tres invocadores se enfrentaban a otros tres por ver que equipo conseguía derribar la base enemiga. Cada base estaba defendida por cuatro torres que la mantenían con vida y con un escudo, por lo que para poder atacar la base era necesario derribar al menos tres de las cuatro torres para poder asediar mejor y más fuerte a la base principal. Todo en este modo se centraba en la colaboración del equipo, la buena formación y un gran e importante sentido de la estrategia. También era posible invocar soldados de piedra que surgían por el mapa y un enorme demonio que solo era posible invocar si el equipo conseguía hacer diez bajas al otro equipo. Cada vez que un invocador caía en combate el tiempo de reaparición iba aumentando, lo que conllevaba a un intento de no morir que provocaba nervios y tensión. En definitiva, era un videojuego genial, divertido, entretenido y lleno de magia. Una lástima y una gran pérdida para el mundo de los videojuegos, por lo menos para mí…

Pelea a muerte en la jungla de Orth para derribar una de las torres

La jugabilidad era sencilla y muy amena. Cada invocador podía equiparse con armas y armaduras que podías comprar en la tienda y con dos anillos especiales. Cada uno de estos anillos te daba la oportunidad de transformarte en alguna de las distintas bestias que el título te ofrecía. Algunas eran buenas para tanquear, otras para hacer daño, otras para el apoyo del equipo, otras para ataques a distancia, etc. Para poder transformarte en esas bestias era necesario tener la barra de furia llena o bastante llena, la cual se conseguía acertando golpes a los enemigos  del otro bando (ya fuesen invocadores, torres o secuaces). Una buena combinación de personajes que supieses manejar era la clave para la diversión con Invokers Tournament.

Visualmente el título se veía genial. El modo del Santuario no tenía demasiados detalles, pero en la Jungla de Orth la cosa era distinta. El escenario y la ambientación eran coloridos y animados, los diseños de las invocaciones era únicas y el demonio potente, conocido como Darkoim, era alucinante de ver. Saber que el enemigo lo había invocado te causaba miedo `para la partida, pero verle atizarte golpes uno tras otro era sinónimo de ver tu muerte en 3…2…1…

Kruk realizando uno de sus ataques especiales

Protegiendo uno de los círculos en el modo de El Santuario

Musicalmente poseía una seria de melodías que a mí, personalmente, me encantaban. Eran melodías fantasiosas, con ritmos medievales y ambientados en un mundo de imaginación y libertad. La narradora que te iba comentando las jugadas importantes estaba muy presente y era un punto muy a destacar y reconocible. Siempre recordaré esa mítica frase de “Darkoim aliado convocado”, la cual te incitaba a ir con todo a por la base enemiga ya que ibas con la artillería pesada de tu lado. Era increíble.

Para terminar, me gustaría daros las gracias a todos aquellos jugadores y jugadoras que hicisteis que Invokers Tournament durase más de lo esperado. Ojalá poder volver a hacer aunque fuese una partida más para volver a recordar y sentir esas experiencias que l título nos hizo sentir. Puede que fuese un proyecto pequeño, pero los que supimos admirarlo y darle las oportunidades que se merecía sabemos lo bueno que era el videojuego. Para muchos una pequeña obra maestra, para otros el alter ego perfecto de títulos como LoL y para otros pocos (entre los que me incluyo) era todo lo anterior y mucho más. Sé que es imposible pero… me encantaría que Invokers Tournament volviese de nuevo a la vida en las consolas que tenemos actualmente, ¿Y tú?

PD: ¿Cuáles eran vuestros dos invocaciones que solíais utilizar en las partidas?
En mi caso utilizaba una invocación para atacar y tanquear y otra para apoyar al equipo mientras atacaba de lejos y perjudicaba a los enemigos. La primera se llamaba Krurk, un enorme golem de piedra y magma, y la segunda invocación era la reina de las arañas, la venenosa Spinna.
Una gran combinación que me ayudó a ganar muchísimas partidas y a alcanzar el nivel 45 de jugador. ¡Quiero volver a jugar a Invokers Tournament por favor!

Un saludo a todos y nos vemos en la siguiente publicación, haaaaasta luegooooo.

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