Año de lanzamiento: 2014
Desarrolladora: StormBasic SL
Género: MOBA RPG
Plataformas: PS3, PS4 y PSVITA
¡Muy buenas gente! ¿Qué tal estáis? Bienvenidos a mi blog una vez más, en esta ocasión os traigo un título que, aunque lamentablemente ya no podamos disfrutar, sigue siendo uno de mis favoritos en cuanto al género MOBA se refiere. El videojuego une el mundo de los MOBA con las mecánicas RPG, creando una experiencia buenísima y que bastantes jugadores supimos aprovechar y disfrutar antes de su cierre definitivo en 2019. Hoy os traigo este título para recordarlo con cariño y nostalgia, para darlo a conocer a todas esas personas que no pudieron disfrutarlo y para que los jugadores que lo abandonaron sepan y recuerden lo que perdieron por ignorantes y encasillados… Hoy el blog se viste de luto para revivir, durante un pequeño instante aunque sea, al increíble Invokers Tournament.
Invokers
Tournament fue un videojuego puramente online y enfocado al juego y trabajo en
equipo. No contaba con un modo historia como tal, sino que se componía de dos
modos distintos de juego. El primero de ellos, y el más cortito en cuanto a
duración, era el modo de El Santuario. Aquí dos equipos se enfrentaban por ver
quién era capaz de alcanzar 100 puntos tomando 3 bases que había en el mapa.
Los equipos estaban formados por un total de tres invocadores, cada uno de
ellos con sus invocaciones y equipo personal y propio, que tenían que intentar
tomar las bases estando encima de ellas y matando a los demás jugadores para
evitar que se las quitasen. Un modo muy frenético en cuanto a acción se
refiere.
El otro
modo, y el más largo e interesante, era la Jungla de Orth. Aquí, al igual que
en el otro modo, tres invocadores se enfrentaban a otros tres por ver que
equipo conseguía derribar la base enemiga. Cada base estaba defendida por
cuatro torres que la mantenían con vida y con un escudo, por lo que para poder
atacar la base era necesario derribar al menos tres de las cuatro torres para
poder asediar mejor y más fuerte a la base principal. Todo en este modo se
centraba en la colaboración del equipo, la buena formación y un gran e
importante sentido de la estrategia. También era posible invocar soldados de
piedra que surgían por el mapa y un enorme demonio que solo era posible invocar
si el equipo conseguía hacer diez bajas al otro equipo. Cada vez que un
invocador caía en combate el tiempo de reaparición iba aumentando, lo que
conllevaba a un intento de no morir que provocaba nervios y tensión. En
definitiva, era un videojuego genial, divertido, entretenido y lleno de magia.
Una lástima y una gran pérdida para el mundo de los videojuegos, por lo menos
para mí…
Pelea a muerte en la jungla de Orth para derribar una de las torres |
La
jugabilidad era sencilla y muy amena. Cada invocador podía equiparse con armas
y armaduras que podías comprar en la tienda y con dos anillos especiales. Cada
uno de estos anillos te daba la oportunidad de transformarte en alguna de las
distintas bestias que el título te ofrecía. Algunas eran buenas para tanquear,
otras para hacer daño, otras para el apoyo del equipo, otras para ataques a
distancia, etc. Para poder transformarte en esas bestias era necesario tener la
barra de furia llena o bastante llena, la cual se conseguía acertando golpes a
los enemigos del otro bando (ya fuesen
invocadores, torres o secuaces). Una buena combinación de personajes que
supieses manejar era la clave para la diversión con Invokers Tournament.
Visualmente
el título se veía genial. El modo del Santuario no tenía demasiados detalles,
pero en la Jungla de Orth la cosa era distinta. El escenario y la ambientación
eran coloridos y animados, los diseños de las invocaciones era únicas y el demonio
potente, conocido como Darkoim, era alucinante de ver. Saber que el enemigo lo
había invocado te causaba miedo `para la partida, pero verle atizarte golpes
uno tras otro era sinónimo de ver tu muerte en 3…2…1…
Kruk realizando uno de sus ataques especiales |
Protegiendo uno de los círculos en el modo de El Santuario |
Musicalmente
poseía una seria de melodías que a mí, personalmente, me encantaban. Eran
melodías fantasiosas, con ritmos medievales y ambientados en un mundo de
imaginación y libertad. La narradora que te iba comentando las jugadas
importantes estaba muy presente y era un punto muy a destacar y reconocible.
Siempre recordaré esa mítica frase de “Darkoim aliado convocado”, la cual te
incitaba a ir con todo a por la base enemiga ya que ibas con la artillería
pesada de tu lado. Era increíble.
Para
terminar, me gustaría daros las gracias a todos aquellos jugadores y jugadoras
que hicisteis que Invokers Tournament durase más de lo esperado. Ojalá poder
volver a hacer aunque fuese una partida más para volver a recordar y sentir
esas experiencias que l título nos hizo sentir. Puede que fuese un proyecto
pequeño, pero los que supimos admirarlo y darle las oportunidades que se
merecía sabemos lo bueno que era el videojuego. Para muchos una pequeña obra
maestra, para otros el alter ego perfecto de títulos como LoL y para otros
pocos (entre los que me incluyo) era todo lo anterior y mucho más. Sé que es
imposible pero… me encantaría que Invokers Tournament volviese de nuevo a la
vida en las consolas que tenemos actualmente, ¿Y tú?
PD:
¿Cuáles eran vuestros dos invocaciones que solíais utilizar en las partidas?
En mi
caso utilizaba una invocación para atacar y tanquear y otra para apoyar al
equipo mientras atacaba de lejos y perjudicaba a los enemigos. La primera se
llamaba Krurk, un enorme golem de piedra y magma, y la segunda invocación era
la reina de las arañas, la venenosa Spinna.
Una
gran combinación que me ayudó a ganar muchísimas partidas y a alcanzar el nivel
45 de jugador. ¡Quiero volver a jugar a Invokers Tournament por favor!
Un saludo a todos y nos vemos en la siguiente publicación, haaaaasta luegooooo.
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